miércoles, 30 de diciembre de 2015

El Lado Oscuro de la Fuerza

El CMO (el que es como el CEO pero de Marketing) de DadoDeTres Inc. me destituiría del cargo si con el furor de Ep 7 no hago un post alusivo.

De todas maneras, les cuento que el título no está taan relacionado con el contenido a continuación... ojo, igual está mucho más relacionado que los temas de las preguntas del Piñe en Salven el Millón.

En una de mis meditaciones duchacionales, reflexionaba algo de lo que no me había dado cuenta antes: ser Bueno no es tan difícil... de hecho, es más fácil que ser Malo.
(Sí, ya tiré la frase jugosa del post en la tercer oración... viva la ansiedad!)

Obviamente esta idea no se me ocurrió de la nada, sino que fue producto de una concatenación de ideas absurdas que se van sucediendo, hasta llegar a un destino totalmente alejado del pensamiento original. Por esas cuestiones de la memoria, me acordé de una broma tonta que le había hecho hacía unos días a mi novia, quien me respondió: "Jaja, mentiroso".
Ese hecho aislado, sazonado con un poco de "estoy leyendo un libro que se llama Las Mentiras de Locke Lamora", y llevado al fuego lento de "uno de mis libros favoritos es El Nombre del Viento" (cuyo personaje principal también es bastante pillo), da como resultado un plato de "qué loco sería ser un buen mentiroso". Pero no un mentiroso de poca monta, que le dice al jefe que ya casi terminó cuando todavía ni empezó. Me refiero al mentiroso a là espía-que-le-miente-al-poligrafo-mientras-se-toma-un-martini.
Y total, como dijera el grandísimo Dr. House, "todo el mundo miente", no sería tan grave tener esta habilidad.
(Dicho sea de paso, al cretino que recibió del lavadero del ombú por error mi camiseta de House y que no la devolvió: ojalá sufras una muerte lenta y dolorosa, luego de haber vivido una vida plagada de internet a velocidad del año '90 y todo ESTO y además ESTO)

Volviendo al tema inicial, ahí mi menté empezó a vagar como cuando uno entra en Wikipedia en busca del nombre de un actor de una película del año pasado y termina leyendo un artículo del por qué de los colores de la bandera de checoslovaquia... en checoslovaco.
Y entonces pensé, muy RichardBacheanamente, si la vida es un juego, por qué no podría jugar un rato de malo? Por qué siempre de buenito? Y uno ahí, en medio de la fantasía, deja de lado los verdaderos por qués de la vida: el hecho de que uno es bueno porque siente que es parte de lo que debe ser, y entra a tirar bolazos... Primero pensé en mis padres y seres cercanos, como se sentirían defraudados, pero la mente ágilmente dio la opción de ser un viejo solitario y maligno, a lo Palpatine, en vez de ser un joven maligno, a lo Anakin (spoiler alert retroactivo: Darth Sidious es Palpatine y Darth Vadaer es Anakin).
Vieron?, metí algo starwarsiano, no los engañé taan vilmente.

Y ahí se me ocurrió la clave de la cuestión: la vida es un juego, a los juegos se juega para ganar (el que diga que no, que pase por casa y jugamos unos roshambos por plata), entonces, para ganar en la vida, hay que ser bueno en lo que uno hace, ya sea de bueno o de malo. Pero ser malo es mucho más difícil, pues hay muchísima más competencia, y siempre va a haber uno que se ponga a chumbiar cuando todos estamos jugando a la pasadita (léase, un Hitler por ejemplo, que cuando el villano promedio pungueaba en los bondis él asesinaba millones de personas).
Pero ser bueno es mucho más fácil, porque hay mucho terreno fértil donde hacer buenos pinitos. Sí, tenes una madre Teresa, algún JC, pero el equipo blanco está bastante más vacío que el equipo negro (o gris oscuro)... hay más oportunidad de crecimiento, y el plan dental es mejor.

Ojalá el uruguayo promedio se diera cuenta de este pique, y así, aunque sea por vagancia en vez de por virtud, fuera un poco menos cagador, un poco menos egoísta, e hiciera un país donde diera gusto vivir...