Anoche pude pindownear (dar en el clavo? :-\) un tema que inconscientemente me generaba cierta perturbación mental, por su ambigüedad. Pero ni sabía que lo sentía hasta ese momento. Y es el tema de las cosas/personas que nos encantan.
El problema es que nuestro idioma español a veces es ambiguo y nosotros que lo usamos mal, con el tiempo lo vamos degenerando aún más (y la RAE que hace su parte, sacando tildes y aceptando palabras como güisqui... Terrajas)
Entonces quiero diferenciar dos tipos de encantamientos muy diferentes, que al hablar se usan como sinónimos, pero que uno está mal.
Uno es cuando decimos "tal cosa me encanta", pero la cosa no hace nada por encantarnos. Por ejemplo las papas fritas de McDonald's. Nos encantan, pero no porque la propaganda nos lo diga, ni porque ellas nos digan "oye guapo, que bien te ves cuando me pones mayonesa y me comes", es porque nos gustan y punto. Es un tema nuestro.
Por otro lado están las personas que nos encantan, porque utilizan sus encantos (valga la semi redundancia) para encantarnos. Quién no tiene un amigo, quizás no muy fachero, pero con una labia infinita con la que consigue lo que se le ocurra?
Es por eso que el correcto uso de la palabra debería ser el segundo, y cuando es uno el que se auto encanta ajenamente, debería llamarse de otra manera... aunque no sé como...
Ta, no me den bola, estoy desvelado...
Miliv out
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