Hace unos días leía acerca de la creación de personajes (de rol, no de ficción, pero da igual) y el libro decía que lo más importante es preguntar una y otra vez ¿por qué?
Fulanito odia los orcos. ¿Por qué los odia?
Menganito es muy tímido y reservado. ¿Por qué es así?
Entonces una mañana de esas en que te despertás más temprano de lo que quisieras, al intentar recuperar el sueño me preguntaba, ¿por qué se me dio esto de empezar a escribir?
Desde hace ya bastante tiempo me pasa algo que me cuesta bastante explicar, porque no lo tengo demasiado claro tampoco.
En lo cotidiano me encuentro con "cosas" que me gustaría "atesorar"... ¿Qué quiere decir esto?
Con cosas, no me refiero ni a sellos, ni monedas ni figuritas, no son objetos materiales. Son frases, situaciones, escenas, imágenes, ideas, personas y personajes, características, desde físicas hasta de personalidad. Es como una especie de fascinación por estos intangibles, sin saber cómo canalizarla.
La parte de atesorar es la más complicada. Gracias a que mis padres consideraron que era importante, tuve la suerte de tener computadora en casa desde niño (habiendo nacido en el '86 no era algo tan habitual). Y aún hoy, 20 años después, todavía tengo en "Mis Documentos" carpetas de aquella época, con frases, imágenes o archivos que es probable que ni recuerde que tengo. Pero eso, amigos, no es atesorar, eso es simplemente guardar, acumular.
Hace años encontré una manera de al menos expresar ciertas, llamémosle ideas, mediante este blog. Sin darme cuenta, había encontrado una buena manera de atesorar, porque no es guardar en un oscuro rincón de un disco duro, es reflexionar, moldear, hacer propio.
Ojo, esto no siempre fue así. Como pueden ver, los inicios de este blog no difieren mucho de lo que hoy es una publicación en un muro de Facebook, o de lo que en esa época era una PPT enviada en una cadena.
Pero fue recién en 2016 que, sin saber realmente cómo, me di cuenta de que este viejo método del escribir no tenía que ceñirse sólo a ideas pelotudas que me parecen interesantes o a opiniones subjetivas. Escribiendo se puede atesorar todos esos elementos de la lista que mencioné más arriba. Y no, está claro que "escribir" no necesariamente implica escribir una trilogía de novelas, best sellers en el New York Times. Escribir es eso, escribir. Soy un fantasma, pero no tanto como para ponerme a dar consejos sobre qué/cómo/dónde escribir, porque la verdad es que tampoco lo tengo claro. Si quieren consejos de gente que sabe, busquen en internet, o avisenmé que con gusto les puedo recomendar páginas y libros al respecto.
Lo que sí puedo hacer, bien de atrevido no más, es hablar de por qué escribir, y para quién escribir.
Escriban porque tienen ganas de hacerlo (corolario, no escriban si no tienen ganas de hacerlo), porque sienten que tienen algo adentro que les parece que estaría mejor si se convirtiese a palabras. Hasta el mero hecho de llevar un diario es un buen ejercicio, porque invita diariamente a la reflexión, y de manera profunda. Porque una cosa es reflexionar antes de acostarnos lo que hicimos en el día, pero otra muy distinta y muy superior es tener que transformarlo en un texto, porque nos obliga a concretizar cosas que si no quedan en abstracto, a la vez que nos permite guardar un histórico de quiénes éramos en ese entonces. Mi querido Dr. House me atrevo a decir que sólo se equivocó en una cosa en su vida, y fue en decir que la gente no cambia. No, por suerte la gente sí cambia. A veces para peor, pero idealmente para mejor....
¿Y para quién escribir? escriban para ustedes mismos, no para que otros lo lean y les guste, porque quedensé tranquilos que en muchísimas cosas no, pero en esto, sí que el crítico más exigente serán ustedes mismos.
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